Cuando ingresamos a nuestra Facultad por Diagonal 113 y  entramos por la calle interna que une Periodismo, la Unidad de Vivero Forestal y  el edificio de los Laboratorios Integrados podemos ver muchas mañanas a las cabras pastando del otro lado del alambrado. ¿Sabías que estas cabras son material didáctico y forman una parte muy un importante de una línea de investigación de nuestra Facultad, dentro de la Cátedra de Producción Animal?

Hablamos con Carlos Cordiviola Docente en la Cátedra de Producción Animal e Investigador de la UNLP y nos contó sobre el uso didáctico que tienen estos rumiantes. “Nosotros contamos con dos unidades didácticas: una es la caprina, que son las cabras y otra son los conejos.  Desde el punto de vista didáctico representan dos animales significativos y que no pertenecen al mismo grupo, ya que  las cabras son rumiantes y los conejos no. Por lo que tienen ciclos de producción de diferente, por ejemplo los conejos tienen un ciclo muy rápido, entonces en el transcurso de una cursada los y las estudiantes pueden ver un ciclo reproductivo completo en donde las crías alcanzan la edad reproductiva.

Por su parte también nos sirven para mostrarles a los y las estudiantes un sistema de producción mixto, que sería la producción de animales para carne y para leche. Si bien no son exactamente iguales las características a un tambo bovino ya que la escala es otra, se pueden extrapolar de una especie a otra.

En relación a la Investigación, tenemos un Proyecto de Incentivos acreditado en el que ahora hemos fusionados cabras y conejos. Tanto las cabras como los conejos suelen estar en manos de familias, o de lugares chicos, en donde la producción no es a gran escala. Y con la línea de investigación lo que hacíamos era ensayar alimentos alternativos, por ejemplo el bagazo de la cerveza artesanal y el orujo de los viñateros de la costa, entonces hay cosas que localmente se pueden conseguir a bajo costo y que habría que investigar primero qué composición tienen y cuáles son los aportes nutricionales que tienen para las cabras, y luego ver la interacción entre ellos, si uno te aporta energía, el otro te aporta proteína y el otro fibra, ver cómo combinarlo de manera de hacer una dieta acorde a la necesidad de la cabra. Eso en el último proyecto se modificó el punto de vista, empezamos a plantear que hay un montón de sustancias como estas que son subproducto de la actividad agroindustrial periurbana y urbana, al igual que el cinturón hortícola que desecha una importante biomasa, generar información acerca de esta disponibilidad y potencial uso de ese tipo de material. El cambio de  punto de vista fue poder ver en qué medida podemos transformar esa biomasa que no tiene valor nutricional para el ser humano en algo que sí tenga valor nutricional para las cabras y los conejos y ahí entra cualquier cosa que pueda transformar estos residuos en carne, leche o huevo. Y ahí combinamos conejos, cabras y hasta podríamos sumar gallinas”.