Exitosa convocatoria del Re-encuentro periurbano
Desarrollado en la Facultad los días 28 y 29 de junio
Alrededor de 250 participantes estuvieron presentes durante los dos días que duró el encuentro, entre ellos participaron las principales organizaciones de productores hortícolas del cordón platense, junto a académicos, funcionarios, estudiantes e investigadores de distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata y otras universidades del país, como así también varios organismos públicos y personalidades políticas.
La iniciativa se organizó gracias al compromiso colectivo de las Facultades de Ciencias Agrarias y Forestales, de Ciencias Veterinarias, de Humanidades y Ciencias de la Educación, de Ciencias Exactas, de Arquitectura y Urbanismo y Ciencias Jurídicas y Sociales, junto al Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata, así como también del INTA (AER La Plata, EEA AMBA e IPAF región Pampeana) y el Centro de atención jurídica gratuita para los productores agropecuarios familiares.
Durante los dos días de trabajo se siguieron dos grandes metas: por un lado ampliar y avanzar en un debate sobre el periurbano platense, desde las temáticas de ordenamiento territorial y de organización, convocando a sus actores protagónicos; considerando la relevancia socioambiental y económica que tiene el espacio periurbano, no solamente a nivel local sino también a nivel provincial y nacional (un 25% de la producción hortícola provincial proviene del gran cordón platense). Y por otro lado, se trató de retomar los lineamientos de procesos anteriores y explorar, de cara a la coyuntura de inestabilidades que atraviesan particularmente el sector productivo, sus articulaciones y los lineamientos necesarios de acción.
El formato del encuentro combinó talleres participativos y simultáneos, paneles de expositores, presentación de pósters y feria de la agricultura familiar para interconectar experiencias e investigaciones en curso.
En paralelo, se implementó una sistematización de los intercambios en pos de registrar las ideas fuerzas y valorizar la producción intelectual de las jornadas. Para ello, un equipo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y de agrupaciones estudiantiles (Cambium y Vincular) se constituyó en el marco de una pasantía académica. Aproximadamente 650 ideas fuerzas y 4 horas de grabación audiovisual fueron registradas mediante este proceso y combinadas con herramientas de mapeo conceptual.
¿Cuáles son las conclusiones vertebrales del encuentro?
Para nuestra Facultad, no es menor que se haya validado la necesidad de ir impulsando este tipo encuentro en el complejo momento actual, acerca de un temática que obliga a integrar los equipos disciplinares y los abordajes.
En el trasfondo de este proceso de intercambio, subyace la idea de un “diálogo territorial”, muy solicitado dado la crisis actual, siendo capaz de acercar los objetivos sectoriales de cada actor, crear un marco de comprensión común, ir diseñando confianza e iniciativas conjuntas, dentro de una búsqueda de sustentabilidad del espacio periurbano.
Pero lejos de ser una finalidad en sí misma, este marco de diálogo (que podríamos conceptualizar como un bien colectivo inmaterial) se plantea ahora un nuevo desafío: construir y sostener su propia continuidad al servicio de una agenda de transformación territorial. Este aspecto se enfatizó fuertemente, en el sentido en que es necesario buscar una continuidad del proceso de debate en el tiempo y de forma articulada.
El hilo central que emerge del encuentro se podría sintetizar con un triple compromiso:
- actuar aquí y ahora para defender lo conquistado,
- mirar hacia un horizonte ambicioso y
- organizarse concretamente para disputar un periurbano complementario de los centros urbanos, con calidad y vida productiva digna, con equilibrios socioambientales.
Dado la coyuntura actual, muchos afirmaron que se trata primero de defender los derechos conquistados y evitar retroceder en la precaria situación institucional que sustenta los pequeños productores agropecuarios del cordón verde que forman parte de un espacio periurbano más amplio. El monotributo social, elemento esencial en la vida de muchos productores hortícolas, la presencia del Estado, el acompañamiento técnico y las carteras estatales forman parte de este reclamo inmediato. Los avances serán difíciles si se retrocede en aspectos tan fundamentales y si el Estado no los garantiza.
Frente a un periurbano diseñado ante todo por lógicas de crecimiento disperso, de escasa voluntad de regulación, etc., la propuesta disparadora del debate es la de vivificar un nuevo imaginario colectivo. Imaginar que otra configuración del periurbano es posible. En definitiva, el encuentro resaltó la necesidad de visibilizar el sector, dimensionar el rol como generadores de alimento para la población y su importancia en la seguridad y soberanía alimentaria. Muchas innovaciones favorables a una alimentación sana y un uso equilibrado de los recursos, están en marcha, de forma acotada, inacabada, no escalada, pero activa. Ser actor colectivo significa inscribir estas iniciativas, todavía no suficientemente encausadas y articuladas, en una agenda común y procesos de coordinación que van allá del mero funcionamiento institucional que conocemos.
A su vez, quedó evidenciada la cantidad de información existente en los ejes de investigación y extensión presentados en los posters. Esto muestra el potencial innegable en conocimientos generados por parte de las distintas instituciones participantes y la necesidad de mantener espacios de intercambio de saberes a fin de socializar esta valiosa información.
Finalmente, actuar para un periurbano sustentable forma parte del gran giro que deben emprender los territorios en pos de generar procesos compatibles con los nuevos datos sociales y ambientales. Se transforman en punto de encuentro entre la ciudadanía, la economía y la democracia. La universidad y el conocimiento tienen un papel fundamental en esta aventura.